Historia

Breve resumen de nuestra historia

Se han encontrado restos arqueológicos celtas, romanos y visigodos.

En la Edad Media, fue reconquistada a los musulmanes por el rey Alfonso VI a su paso hacia Toledo, tal vez en la campaña de 1083. Su situación estratégica, rodeada en una gran parte por el Alberche, le hizo ser una plaza casi inexpugnable y alcanzar gran importancia militar. Fue cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra de Escalona, perteneciente a la Extremadura castellana. En el año 1118, el rey Alfonso VII le concedió fuero real y, en 1130, fue entregada a los hermanos Diego y Domingo Álvarez para pasar al infante don Manuel de Castilla, hermano de Alfonso X de Castilla, en 1281.

En 1423 pasó a la corona de Juan II, quien la donó a don Álvaro de Luna, su favorito, en recompensa de la villa de Alfaro que la había tomado para sí. Al caer en desgracia don Álvaro, Escalona fue sitiada por las tropas del rey en 1453 y, tras ser ajusticiado en Valladolid, la fortaleza se entregó después de veinte días de resistencia dirigida por su viuda doña Juana Pimentel, conocida por «la triste condesa». Durante el siglo xv la localidad, que era realengo, sufrió un proceso de señorialización, al ser otorgada a Álvaro de Luna desde 14238​ hasta su caída en desgracia en 1453, volviendo posteriormente a la órbita de la monarquía.9​ En 1470 Juan Pacheco, maestre de Santiago, recibió la villa,10​ culminando el proceso con la concesión en 1472 a este último del título de duque de Escalona por parte de Enrique IV de Castilla.11​

Durante parte del siglo xv el puente sobre el planeado por Álvaro de Luna hacia 1436 en un recodo del río Alberche llegó a ser el único punto de cruce del río entre las ciudades de Ávila y Toledo.12​

Durante la guerra de la independencia, el mariscal Soult provocó la ruina de buena parte del soberbio palacio de don Álvaro de Luna, que hasta entonces se había conservado íntegro, para utilizar las maderas en un puente sobre el Alberche.

La Época de Oro
Año 1448. Faltaban poco más de cuarenta años para que Cristobal Colón llegase a América. Escalona era la capital del estado señorial más importante de Castilla y su señor, don Álvaro de Luna, era el personaje más poderoso del reino… Según muchos, más incluso que el propio rey, Juan II, que mantenía con él una relación intensa, de dependencia… tal vez incluso más…

Para dejar bien patente su posición, don Álvaro de Luna había levantado en el interior del Castillo un palacio en el que organizaba unas fiestas espectaculares donde el lujo y la ostentación asombraban a los invitados. Aquélla fue la Época de Oro de esa Corte de los Prodigios que surgió en torno al Castillo de Escalona.

Una realidad que superó a la ficción
Sin embargo la historia no había empezado ni iba a terminar con él. La época legendaria del Castillo de Escalona es la historia de cuatro nobles, poderosos e intrigantes, que pretendieron manejar los hilos de la Monarquía, haciendo del propio Castillo un icono -y un pilar- de su poder: El infante don Juan Manuel, don Álvaro de Luna y los dos primeros Marqueses de Villena y Duques de Escalona, Juan Pacheco y su hijo Diego López Pacheco…

A lo largo de más de 200 años, esos cuatro señores iban a hacer de Escalona un mundo propio en el que la realidad acabaría por superar a la ficción.

Todos ellos fueron ambiciosos, intrigantes, cultos, poderosos y, sobre todo, deseosos de serlo más. Todos fueron además el más firme sostén de sus respectivos reyes, pero no dudaron en levantarse en guerra contra ellos. De hecho, dos monarcas llegaron a venir al frente de sus ejércitos y acamparon frente al Castillo para intentar asaltarlo… Años después sería la propia Inquisición la que llegaría a las puertas del Castillo, alarmada por las prácticas prohibidas que se amparaban entre sus muros…

Un final a la altura de la historia
Y casi al final, con la Edad Media ya vencida, un quinto personaje se iba a encargar de poner el broche a esa extraordinaria Corte de los Prodigios. Fue el Lazarillo de Tormes, que se iba a convertir en el último y -de alguna manera- sorprendente protagonista final de esta historia. No fue señor del Castillo, ni favorito del rey… Es más, ni siquiera existió, pero comparte muchas de las características que hicieron posible aquella Corte de los Prodigios. Además, vivió en Escalona la que tal vez fuera la experiencia más importante de su vida. Cuando consiguió liberarse de su amo ciego y empezó a ser dueño de su destino.

Esta historia acaba, pues, en 1554, el año en que se publicó El Lazarillo de Tormes, que situó en Escalona uno de los grandes episodios de la Literatura castellana.

El final de la Edad Media se llevó aquel mundo y el olvido hizo el resto. Pero ahora tienes la ocasión de darle una nueva vida.

La Corte de Los Prodigios - Ayuntamiento de Escalona